Científicos hallan evidencias de un universo paralelo donde el tiempo va hacia atrás

* Un grupo de científicos de un proyecto financiado por la NASA detectó la presencia de la energía en la Antártida, gracias a la Antena Antártica de Impulso Transitivo que estudia neutrinos cósmicos de ultra energía.

La Sexta
 
Madrid | 20/05/2020.- Un grupo de científicos de la Universidad de Hawái que trabaja en un proyecto financiado por la NASA podría haber detectado por primera vez partículas de energía en la Antártida que no son de nuestro universo o que siguen leyes de física distintas a las que se conocen, según las hipótesis planteadas por el medio científico 'New Scientist'.
 
Según explica esta revista especializada, este grupo de investigadores, del que forma parte el profesor Peter Gorham, escanearon en 2016 más de un millón de kilómetros cuadrados del helado paisaje de la Antártida con la Antena Antártica de Impulso Transitivo (ANITA) para detectar los rayos cósmicos que impactan contra la superficie de la Tierra.
 
Estos rayos cósmicos contienen neutrinos, que son partículas infinitamente pequeñas que se mueven casi a la velocidad de la luz, y no interaccionan casi con nada en el universo. Los neutrinos de baja energía pueden atravesar nuestro planeta sin mayor problema, pero los de mayor energía son detenidos por la masa sólida de la Tierra, contra la que impactan generando ondas de radio que ANITA detecta para rastrear su origen en el universo.
 
Por lo tanto, estos neutrinos con mayor energía solo se pueden detectar viniendo de una dirección: desde el espacio hacia el suelo de nuestro planeta. Pero esto no es lo que ocurrió en esta ocasión, puesto que ANITA detectó partículas más pesadas, neutrinos tau, que "salen" de la Tierra en dirección al espacio y que viajan casi a la velocidad de la luz.
 
En este punto, 'New Scientist', que cita a científicos no implicados en el proyecto, plantea la posibilidad de que estas partículas detectadas viajan hacia atrás en el tiempo, lo que se considera una posible evidencia de un universo paralelo que tendría su origen en el Big Bang y el que, desde nuestra perspectiva, funciona a la inversa y el tiempo retrocede.
 
Sin embargo, Peter Gorham, físico experimental de la Universidad de Hawaii y principal investigador de ANITA, dio su propia hipótesis en una entrevista con el mismo medio señalando que la observación de neutrinos saliendo de la Tierra en dirección al espacio se deba a que esos neutrinos podrían haber atravesado todo el planeta, de norte a sur, pasando por el centro y por este motivo ANITA los habría detectado saliendo del suelo antártico.
 
A pesar de que los neutrinos no tienen la capacidad de atravesar la materia, es posible que al llegar al planeta se hubieran transformado en otras partículas llamas tau lepton y que, tras atravesar la Tierra, se hayan reconvertido de nuevo en neutrinos.
 
Otro de los supuestos con los que trabajan es que "en realidad estamos viendo una nueva clase de partículas subatómicas que es muy penetrante" y que supondría un nuevo modelo de la física, dijo Gorham. También hay quienes creen que los resultados podrían deberse a una falla científica. "Nos quedan las posibilidades más emocionantes o las más aburridas", explica Ibrahim Safa, que también trabajó en el proyecto.
 
La teoría de 'New Scientist' sobre de la existencia de un universo paralelo no es algo nuevo, ya que investigadores del Instituto Perimeter de Canadá ya publicaron la posibilidad de que el Big Bang creara, además del nuestro, un "antiuniverso" en el que, desde nuestro punto de vista, todo sucedería al revés y que estaría compuesto por antimateria. Hasta el momento, no hay estudios concluyentes y la NASA no se ha pronunciado sobre esta posibilidad.