Juntos hasta el final, abuelitos mueren de Covid-19 tomados de la mano

* La pareja se conocía desde que eran adolescentes, se fueron con una diferencia menor a una hora
 
El Heraldo de México
 
02 de julio de 2020.- Los diagnósticos para Betty y Curtis Tarpley fueron desfavorables desde que se les dijo que tenían coronavirus. El pasado 18 de junio, ambos murieron a causa de la enfermedad. Su vida terminó mientras ambos estaban tomados de la mano.
 
Los síntomas de ambos empeoraron de manera significativa, así que Blake Throne, una enfermera que trabaja en el Hospital Metodista Harris Health Texas Fort Worth, pidió a las autoridades de la clínica que la dejaran unir a la pareja.
 
"Sentí que lo correcto era reunirlos. Comencé a preguntar si era posible y luego comencé a moverme para intentar hacerlo”, dijo Blake Throne.
 
Un reencuentro final
 
Las enfermeras colocaron las manos de los dos una sobre otra; en embargo, Curtis no logró ver a su mujer, debido a lo complicado de su enfermedad.
 
"Sus ojos se abrieron y sus cejas se alzaron. Sabía lo que le decíamos, sabía que ella estaba ahí”, comentó Blake Throne.
 
 
A los 20 minutos de esto, la mujer dejó de respirar, mientras que el señor partió de este mundo a los 45 minutos de esto.
 
Tim, hijo de la pareja, cree que su padre pudo haber aguantado el suplicio para ver de nueva cuenta a su esposa y que cuando se enteró que había muerto pudo dejar de resistirse.
 
"Sinceramente, creo que estaban tan incapacitados que todo lo que podían hacer era hablar con sus almas o algo así, un lenguaje especial no hablado. Obviamente se conocían lo suficientemente bien como para poder comunicarse sin palabras”, indicó Tim.
 
Una vida juntos
 
Betty y Curtis se conocieron en la secundaria, donde se enamoraron. Años después se casaron y tuvieron dos hijos.
 
La primera en obtener el diagnóstico de Covid-19 fue ella, quien tenía 80 años de edad, por lo que fue llevada a un hospital el pasado 9 de junio.
 
Dos días después, el señor Tarpley fue ingresado a la misma clínica por los mismos padecimientos. La condición de él parecía mejorar, pero la de la mujer empeoraba cada día.
 
Betty pudo despedirse de sus hijos por medio de una llamada telefónica, en la que aseguró que ya estaba lista para irse.